domingo, junio 03, 2012

En memoria del hombre Pata de Perro.


                                                                           Héctor García en Guanajuato        Foto: Demian Chávez






Héctor García, conversación viajera.
Por Demian Chávez.



En  noviembre de 2002 caminamos durante 30 o 40 minutos por las revoltosas calles de Guanajuato, llegamos a desayunar al mercado unas deliciosas gorditas con harta salsa, tacos, huaraches y alguno de nosotros pidió un menudo para despertar de la desvelada anterior con los demás asistentes del  encuentro Foto Guanajuato, al ritmo de un solitario cantante de corridos, la manta amarilla y el calor del comal. El fotógrafo “pata de perro” Héctor García[i], del barrio de la Candelaria de los Patos, donde nació; Pedro Valtierra, Pierre Yves, Alejandra  Chávez y Demian Chávez; felicitamos a Héctor por su merecido reconocimiento, el Premio de Nacional de Artes y el Premio de Luz en la Cuarta Bienal de Fotoperiodismo; y después del rico desayuno emprendimos el regreso. Hace algunos dias volvimos a caminar en el Centro Nacional de las Artes durante el Coloquio de ZoneZero, continuamos la conversación de aquellos días del noviembre. Ahí en el CENART, me recomendó leer el reciente número 26 de Luna Córnea (Tal vez una de las mejores ediciones biográficas que ha explorado el trabajo de Héctor). ¿Como se siente Héctor García cuando ve sus imágenes que son la crónica de la historia contemporánea de México? Se me ocurrió preguntar.

“Voy sintiendo que no he  arado en el agua, afortunadamente, en estos sesenta y pico de años que llevo luchando y trabajando. La obra habla por mí, como debe de ser. Yo creo que la fotografía es una escritura, desde luego, y a través de esa escritura el hombre tiene una forma de información a la medida del hombre; porque no se necesita ningún estudio para captar el mensaje en la fotografía cuando esta existe. En la fotografía de acción, los hechos no impactan si son buenos o son malos, impactan al observar el contenido en la fotografía.

Desde un principio pensé que no debía de prejuiciar lo que se realizaba ante mis ojos, lo que quería era testimoniar la existencia de los hechos, así es que el tiempo y mi trabajo me han confirmado que estoy en la línea adecuada. Además de que esta línea es la más moderna de los medios de comunicación, a la medida del hombre y hecha por el hombre.

Con la fotografía, como dijo Balzac, nació el testigo irrefutable de la historia. Así es que a la pregunta de cómo me siento al ver la fotografía y mi trabajo, tiene que ver con la historia, en una mínima parte, porque la historia es una ciencia, que tiende a dilucidar entre los hechos y la no verdad. Así que, cuando vemos los diarios hay un fotografía en la primera plana con la noticia de la primera plana, entonces el que no sabe chino se queda con que sucedió algo en china, el que  no sabe alemán se queda con que fue algo en Alemania. Pero cuando todos estos hombres ponen sus ojos en la fotografía están viendo lo mismos conceptos.

En la fotografía que definitivamente es histórica muchas veces no tienes tiempo de pensarla al tomarla, la tomas y ya, por eso yo me he guarnecido con una lección del General Pancho Villa cuando le preguntaron sus dorados valientes que ¿que hacían con esos reaccionarios? Y el general les decía, “disparen y después viriguan” entonces, lo sigo al pie de la letra cada vez que estoy ante un hecho. Y  tengo el gusto de saber que muchas de las cosas que veo en la fotografía ya sea en el periódico o en mis manos, hay una cantidad de cosas que yo no vi cuando la tomé porque me concreté a un hecho y espacio específico, pero en el contexto, el paisaje de cualquier orden esta lleno de datos, y en ese disparar y después viriguar todo lo que contiene a posteriori es maravilloso y eso es lo que los historiadores ven en la fotografía.

A propósito de la historia es muy importante valorar la imagen como documento histórico por eso recomiendo a los jóvenes fotógrafos que confíen en sus ojos y que procuren no prejuiciarse. No utilizar la fotografía con una tercera intención, sino que hagan la fotografía como un golpe que sintieron en su plexo solar cada vez que hacen un clic. Y cada vez que revelen, apoyarse en lo derechos de autor. También hacer un acuerdo con los editores para que no manipulen esos materiales. El fotógrafo, como la ética, está en busca de la verdad. Con respeto al ser humano.”
















[i] HG. Es uno de los mejores foto reporteros mexicanos que han retratado desde los  50´s,  la evolución del país. Su trabajo ha viajado por les géneros de la política, el arte, el retrato, el ensayo, el foto reportaje y la nota roja. Su sensibilidad y agudeza le han llenado de premios  y reconocimientos de carácter mundial. Su trabajo más fructífero se publicó en las revistas Siempre!, Mañana!, Excélsior, Ojo!.

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